Twitter ha logrado muy buenos resultados en una de sus estrategias. Según podemos ver en este artículo, con datos de un estudio que creen es válido, el 77% de los tweets se envían desde herramientas que son propiedad de Twitter, tanto la web como tal (interno) como TweetDeck o las versiones de Twitter para dispositivos móviles. Los porcentajes de dicho estudio pueden ser más o menos acertados, hay aplicaciones que me extraña ver tan abajo en cuanto a su volumen (como HootSuite, no me cuadra), pero sí que puedo asegurar sin temor a equivocarme que ya la mayoría de tweets se envían desde Twitter o sus herramientas (hay un exquisito margen para ello incluso aunque la muestra sea pequeña).

Twitter apostó prácticamente por el principio por una API abierta, la cual ha dado muchísimas ideas sobre cómo utilizarlo, son base de qué es Twitter hoy en día y por qué es tan popular. Hay más de un millón de aplicaciones registradas. Y los clientes para Twitter (herramientas para enviar tweets) son uno de los usos más populares: son aplicaciones principalmente para leer y escribir tweets, pero eso mismo se puede mostrar de muchas maneras y los desarrolladores han dado con formas de visualización y de uso que son mejores que lo que ofrecía Twitter. Twitter no tenía versión para dispositivos móviles, y tampoco una versión digamos más profesional (TweetDeck, el cual personalmente pienso que está a medio camino entre un cliente amateur y uno profesional). Ahí es cuando salieron muchos proyectos, los cuales en los últimos años se estaban concentrando tras distintas operaciones de compra-venta.

Y esa concentración era un peligro para Twitter, ¿qué pasaría si la mayoría de tweets pasaban por una empresa independiente a ellos? quien dominase el envío de tweets podría tener a llegar un importante peso que influyera en Twitter, es decir, la propia herramienta que aloja y distribuye los tweets. Y Ubersocial concretamente iba por ese camino.

El movimiento de Twitter para que eso no pasase fue, al menos, triple: desanimó a los desarrolladores que querían continuar creando clientes para Twitter, compró TweetDeck y echó más leña en el asador mejorando sus propias aplicaciones para IOS, Android, Blackberry (y recientemente Nokia). Además, dio un toque a Ubersocial quitando temporalmente el acceso a ciertos clientes por incumplimiento de los Términos de Uso, los cuales limitan entre otras cosas la forma en la cual se puede mostrar publicidad en dichas aplicaciones.

Eso fue en el año 2011, ahora ya podemos ver resultados: Twitter ya domina el envío de tweets, a través de sus diferentes soluciones. No hay peligro de que una empresa independiente tenga un peso importante en la plataforma y por tanto pueda establecer alguna regla, entorpecer implementaciones como la publicidad «Promoted» de Twitter, o enturbiar el camino de los diferentes modelos de negocio basados en publicidad.


@javig

Fundador de UniversoSMBlog personal: https://javig.es

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